La Edad de Oro también llamada Vida en Plenitud y de tantos otros nombres, comprende la época cuando nos hacemos mayores de 70. Tendría que ser una época para disfrutar plenamente. Sin embargo, con ella vienen padecimientos que si no se atienden a tiempo, pueden ocasionar graves problemas. Tal es la deshidratación en la tercera edad. Hay diversos artículos que nos hablan de este problema y a continuación te vamos a ofrecer ciertos datos que pueden servirte para estar al pendiente de las personas mayores.

Hace algunos años, las personas no tenían la costumbre de beber agua con regularidad. Necesitaban tomarla endulzada pues pensaban: «A que te va a saber eso». Afortunadamente y gracias a que se ha demostrado la gran importancia de hidratarse diariamente con «agua simple» las personas cada vez fomentan más este tan imprescindible hábito en las nuevas generaciones. De hecho, cada vez son más personas que se toman la cantidad de agua recomendada por los profesionales. Entre litro y medio y dos litros las mujeres y de dos litros a dos litros y medio los hombres.

Las causas de la deshidratación en la tercera edad

Por razones naturales, cuando las personas nos hacemos mayores, la cantidad de agua en nuestro cuerpo va disminuyendo. Para ver las proporciones de agua en el organismo debemos recordar que el volumen de agua corporal total en el adulto joven es de alrededor del 60% del peso. Dos tercios del líquido que hay en el cuerpo están dentro de las células (líquido intracelular) y del otro tercio, una cuarta parte está en la sangre y el resto en el espacio entre las células (líquido extracelular) La cantidad de agua corporal disminuye con la edad. De hecho, los expertos nos dicen que a los 80 años es posible que el agua en el organismo corresponda a solo 45% y un 55 % dependiendo de cada persona.

La sed es un estado de respuesta del organismo cuando desecha mayor agua de la que ingiere. Sin embargo, en personas mayores esta sensación se va perdiendo, hasta que llega el momento que hay ausencia de sed y con ella la deshidratación. Los problemas renales, la demencia y la diabetes son factores que pueden causar la deshidratación en la vejez.

Se produce cuando se pierde una cantidad significativa de líquido extracelular, y puede ocasionar que se pierdan otros electrolitos que van disueltos en el agua, tales como sodio, potasio etc. Origina en algunos casos, sequedad de la piel y las mucosas, taquicardia, descenso de la presión arterial y menor cantidad de orina. También puede alterar la función mental con síntomas como somnolencia, mareo, confusión etc.

Si convives con una persona de la tercera edad, debes procurar que esté bien hidratado haciendo un plan para ello. Divide la cantidad que te sugiere el médico para que ingiera agua a lo largo del día. Recuerda que es de suma importancia evitar a toda costa la deshidratación en la tercera edad y los problemas que esto acarrea. Hidrátalos con la mejor agua: Agua Tehuacán Brillante

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